GLORIA GOMILA ES LA JOVEN CREADORA DE MARYBOLA, UNA MARCA DE JOYERÍA CREADA EN EL AÑO 2013 EN LA ISLA DE MENORCA. TODAS LAS JOYAS SON DISEÑADAS Y FABRICADAS ALLÍ, EN EL LUGAR QUE ACOGE SU TIENDA -UBICADA EN EL MUNICIPIO DE SANT LLUÍS-, EN UN ESPACIO CAPAZ DE REALZAR LA BELLEZA MÁS PURA Y NATURAL. TODAS Y CADA UNA DE SUS JOYAS SE CARACTERIZAN POR PARTIR DE MINERALES Y GEMAS PRECIOSAS, ADEMÁS DE POR CONJUGARSE CON MATERIALES NOBLES COMO LA PLATA O EL ORO, ELEMENTOS SECUNDARIOS QUE ACABAN Y PONEN EL BROCHE A CADA UNA DE SUS PIEZAS.
¿Qué es Marybola y de dónde procede su nombre?
Marybola es una pasión personal hecha realidad. Siempre me ha fascinado el mundo de los minerales al que hay que unir mi ADN creativo: los minerales son mi pasión. La idea surgió unas navidades en las que hice a mano los regalos para mis amigas y familiares uniendo mi pasión y la creatividad. Preparé unas bonitas joyas de gemas todas ellas realizadas a mano y gustaron tanto que el verano siguiente decidí probar suerte en los mercados artesanales de Menorca. Como aún estaba estudiando la carrera de diseño de producto sólo podía trabajar en verano pero, al ver que mis creaciones gustaban, decidí dar un paso más. Tres años más tarde abrí nuestro espacio de diseño dedicado a los minerales y a las joyas que hacemos de forma artesanal en mi pueblo natal, Sant Lluís.
Su nombre es muy especial y muy pocos saben su verdadero significado. Marybola es el nombre cariñoso con el que mi familia llamaba a mi hermana pequeña. Quién tiene una hermana sabe el gran vínculo que existe y para mi es una parte emocional que tenía que estar presente en la marca de una forma sutil. Además, hay quién ve en el nombre la conjunción entre el mar -directamente relacionado con mi origen isleño- y bola, un claro referente a las piezas que usamos para componer y crear nuestras joyas.
¿Cuántos años lleva creando piezas?
En julio de dos mil diecinueve cumpliremos seis años como Marybola a pesar de que los tres primeros años sólo me podía dedicar a la firma pocos meses al año debido a mis estudios. Empecé la marca muy joven, con veintiún años y ahora, ya con veintisiete, me siento muy afortunada de poder seguir haciendo lo que me gusta y crecer.
¿Cree que la isla es una fuente de inspiración para el diseño de las joyas? ¿Aporta mucho a la marca o al producto final este origen?
Menorca, sin duda, es un paraíso, fuente de naturaleza e inspiración. Y es cierto que muchas de mis creaciones tienen un aire mediterráneo. Antiguamente, Menorca era un referente a nivel estatal en cuanto al diseño y fabricación de joyas a pesar de que hoy en día sólo existen unas pocas fábricas de bisutería por la grave y profunda crisis de hace unos años, uno de los principales motivos del cierre de muchas. Fue y es una lástima.
Aquí, en la isla, tenemos todo lo que necesitamos para poder trabajar la joyería. Además, yo viajo personalmente a los diferentes países para escoger de forma minuciosa cada uno de los minerales y gemas que se convertirán en joyas. Desde Madrid, París, Milán, Frankfurt hasta Sydney, Costa Rica o Turquía, siempre voy a buscar lo mejor.
Todas sus joyas se caracterizan por estar compuestas por minerales y gemas preciosas. ¿Cuáles son los más destacados y por qué?
Yo soy una amante de lo natural; de la belleza y elegancia natural, sin artificios. Además, soy una fiel defensora de la belleza de la mujer en todas sus etapas y edades. Al enfocar mi carrera profesional en el mundo de la joyería, pensé que no había mejor forma que hablar de lo natural con la naturaleza como protagonista. Los minerales nos ofrecen un abanico de posibilidades infinito, y sus colores, formas y texturas hacen, además, que cada joya sea única y que cada mujer pueda sentir que lo que lleva es más suyo y especial.
Si tuviera que elegir dos gemas me quedo, sin lugar a dudas, con la aguamarina y la labradorita. A pesar de ser una gema muy conocida, hay muchas variantes de aguamarina desconocidas. Esta piedra preciosa tiene una gran variedad de tonalidades que van desde el blanco pasando por el amarillo, desde el azul más pálido hasta llegar al más intenso. Su forma de cristalizar es variada y nos regala dibujos y formas espectaculares con los que, desde Marybola, jugamos para poder hacer colecciones diferentes y sofisticadas.
En segundo lugar, está la labradorita. Se la considera la piedra camaleón porque el mineral tiene un reflejo o tornasol que, dependiendo de la luz y el fondo, cambia de color. Normalmente, el color más característico es el verde oscuro o verde militar y su tornasol, puede ser gris, azul, plateado o incluso algunas veces dorado. Por todo ello es una gema muy fácil de combinar en estilismos tanto oscuros como claros.
¿Dónde se pueden encontrar las piezas? ¿Pretende expandir su mercado?
Actualmente tengo un espacio dedicado al diseño y a los minerales aquí en Sant Lluis, en Menorca. Además, tenemos tienda online en la que tenemos a la venta todas nuestras colecciones más recientes además de un catálogo para que los usuarios puedan ver colecciones pasadas. Hacemos todo tipo de joyas por encargo.
Hablamos de productos artesanos, ¿cuántas colecciones presenta por año? Al tener un origen natural, ¿las unidades producidas son limitadas?
Sí, nuestras joyas están realizadas a mano. Por ejemplo, en el caso de los collares, utilizamos un sistema de anudado entre pieza y pieza para mayor protección de las gemas. Normalmente sacamos entre tres y cuatro colecciones por temporada, es decir, un total de ocho colecciones al año. Dependiendo de la colección, hay un número más o menos elevado de productos pero nunca superamos las viente unidades por diseño.
¿Cuál ha sido la pieza más especial que ha fabricado?
Sin lugar a dudas, las dos colecciones que realicé para la MBFW Madrid son las más especiales hasta ahora. No sólo por los materiales que utilicé, sino también por lo que simbolizan las piezas. El poder colaborar con Juan Duyos fue todo un honor. Diseñé una colección para cada uno de los desfiles, en exclusiva, donde cada una de las modelos lucía una joya acorde con su vestido y su estética, concebida para cada una de ellas, en especial, pensando en todos los detalles.