SIEMPRE ES POSIBLE ENCONTRAR UN MOTIVO PARA HACERNOS UN REGALO, NOS LO MERECEMOS. POR EJEMPLO, PASAR DOS DÍAS EN SEVILLA PUEDE SER UNA MOTIVACIÓN EXTRAORDINARIA PARA RECARGAR ENERGÍA. OS PROPONGO UNA ESCAPADA DE CUARENTA Y OCHO HORAS LO SUFICIENTEMENTE MÁGICA Y ESTIMULANTE PARA AFRONTAR DE NUEVO EL DÍA A DÍA CON RECUERDOS IMBORRABLES, A NUESTRO REGRESO.
Elegir para nuestra estancia el Hotel Gran Meliá Colón es una opción más que recomendable. Su ubicación es perfecta, situado en el corazón histórico, cultural y comercial de una ciudad, que aúna arte, cultura y glamour. Famoso por las importantes personalidades de todo el mundo que le han elegido para hospedarse cuando han visitado la Ciudad Bética, está decorado en tonos rojos y dorados que se funden con un mobiliario vanguardista compuesto de piezas de distintos interioristas y diseñadores como Philippe Starck, Marçe Wanders, Edra,… en una estética de brillantes contrastes, donde se combinan elementos históricos con toques contemporáneos.
Como anécdota, señalar que fue inaugurado para la Exposición Iberoamericana de 1929 por el arquitecto y Marqués de Castillejas, José Miguel de la Cuadra Salcedo. Es el primer hotel de la región en disponer de baño privado en todas las habitaciones, algo que a buen seguro utilizaron todos los Presidentes de Gobierno españoles que han pasado por allí y otros genios de la época como los pintores Pablo Picasso o Salvador Dalí.
Una de las características más impactantes del edificio es la gran cúpula que recibe imponente nada más llegar. Sans convirtió esta zona en una exposición de sillas y chaises longues de diseños florales de un terciopelo rojo intenso. Tras acomodarse en la habitación, resulta de los más relajante envolverte en el albornoz, calzarte las zapatillas, y visitar las cabinas de tratamientos CLARINS, situadas en la séptima planta del hotel, junto a la piscina y el gimnasio, y con unas vistas inmejorables de la ciudad desde la terraza.
Todo un acierto que este magnífico hotel se haya maridado con una firma del prestigio de CLARINS, presente en ciento treinta países del mundo, y que ha desarrollado un protocolo innovador, fruto de sesenta años de experiencia como Instituto de Belleza y en el conocimiento de la piel, lanzando dos tratamientos wellness completos -que sintetizan sus más recientes innovaciones en materia de enfoques sensoriales y de tacto-, para rostro y cuerpo. Realizados con productos de gran eficacia que ayudan a contrarrestar los efectos nocivos del estrés, y brindan al cuerpo y al espíritu un bienestar inigualable, devolviendo belleza y armonía.
Sobre los dos nuevos tratamientos, uno relaja; el otro revitaliza. Si existe falta de sueño, estrés, o agotamiento, el más adecuado es Beauty Sleep; si hay falta de ánimo o estás sin vitalidad, lo mejor es optar por el Rise&Shine, una variante que refuerza la energía y te prepara para el próximo reto.
Para cada tratamiento, las profesionales Clarins utilizan un ritmo y una presión específicos: en el caso del Beauty Sleep el ritmo será lento con presiones moderadas, progresando en espirales que añaden tranquilidad. Impresionante la carga sensorial que transmite. Contribuye a liberar las tensiones, a facilitar un estado similar al sueño y a lograr un descanso reparador durante la noche. Pero no solo es un masaje relajante; también es un tratamiento de rostro con el que las líneas de expresión debidas al estrés se alisan, y las marcas de cansancio se atenúan.
En el Rise&Shine, el ritmo es sostenido y con presiones que progresan en espirales intensas que estimulan las zonas de la felicidad, incluido el vientre, ayudando a intensificar la confianza en ti mismo y la alegría de vivir. Seguidamente, en la piel fresca y radiante, el maquillaje Clarins realza la tez, los ojos y los labios con colores festivos.
Una vez terminado el tratamiento, ya estás preparado para pasear por Sevilla y sus envolventes rincones con olor a azahar, ya sea caminando, o recorriéndola con un coche de caballos, tan típicos en la ciudad. Cada barrio destila belleza, magia, alegría,… Parada obligada es el Museo del Baile Flamenco, donde Cristina Hoyos imparte sus conocimientos a los artistas que allí actúan. En su patio, el arte se vive y se respira. Sube el escenario de madera, bajan los focos y sus telones de fondo y comienza el espectáculo. Un placer para todos los sentidos: la pasión, el diseño del vestuario, las coreografías, el sudor que corre por los cuerpos, su esfuerzo, su talento,… La cercanía con los artistas es tal que incluso oyes su respiración. Es una forma de vivir el flamenco en su máximo esplendor, donde te sientes parte de ese mágico momento.
¿Y que os parece si os sorprenden con una cena servida por el Catering de Alfonso en El Palacio de Las Dueñas? Recorrer los patios donde jugaba de niño Antonio Machado (allí nació), los que inspiraron los versos de su RETRATO (“Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero…”). Insuperable.
Paloma Sanz.