¿Sabes cuál es la segunda cuestión más importante al tomar el sol?
- 28 jul
- 2 Min. de lectura
Cuando llega el calor hay un accesorio que nunca puede faltar, y es ese que extiendes con cada día de agradable exposición solar, para disfrutar durante varias horas. Sí, querid@s, es la toalla. Tan pronto sale de tu capazo se convierte en tu espacio personal; tu abrigo tras el baño y tu aliado de confort bajo el sol. Elegir la adecuada según tus planes y preferencias hará que tus días de playa y/o piscina sean más cómodos y prácticos.
Por supuesto, no puedes dejar de lado el estilo. Más allá del bañador, el sombrero o las gafas de sol, dale a tu toalla el protagonismo que merece. Hay diferentes tipos y no todas son iguales, con diferencias clave -más allá del diseño- en los materiales, tamaños y funcionalidades que pueden hacer que una toalla sea perfecta… o un engorro húmedo que no seca nunca. Si se queda en la casa de tu prima o en el chiringuito, notarás que falta un pedacito de ti.
La típica toalla de algodón y buen gramaje es la más común y versátil. Suave, absorbente y cómoda para tumbarse, es ideal tanto para playa como para piscina. Eso sí, puede tardar un poco más en secarse y ocupar más espacio en la bolsa, pero el confort y la sensación de suavidad al salir del agua están asegurados.
La toalla fouta o pareo-toalla es de origen tunecino. Es una toalla de algodón más fina que puede usarse como pareo, manta (porque las hay tamaño industrial) o incluso pañuelo. Ocupa poco, seca rápido y tiene ese punto estético ideal para fotos de verano. Perfecta para quienes buscan estilo, multifunción y poco peso.
Los pros ya han pasado la fase de únicamente tumbarse en la playa y optan por la toalla con respaldo o acolchada. Pensada para quienes no quieren clavar ni un grano de arena ni una baldosa, algunas incluso vienen con almohada incorporada o bolsillos laterales. Suelen ser más grandes y pesadas, pero mucho más cómodas.
Las personas que utilizan la toalla de microfibra deberían hacerlo como complemento a las anteriores. Es ligera, compacta y de secado ultrarrápido, perfecta para después del baño. Su tamaño hace que sea la idónea para llevar de viaje, en mochilas o cuando el espacio es limitado. Aunque no es tan mullida como la de algodón, su practicidad la convierte en la favorita de muchos.











Comentarios