Las dos “BB” de cuatro grandes de la historia

La barba ha sido, a lo largo del tiempo, mucho más que un simple rasgo estético: un símbolo de sabiduría, autoridad, misterio o rebeldía. Desde las ideas revolucionarias de Sigmund Freud hasta las páginas vibrantes de Ernest Hemingway, pasando por la genialidad renacentista de Leonardo da Vinci y la entrañable figura de Santa Claus, estos cuatro personajes icónicos han quedado inmortalizados junto a su inconfundible barba. 

En este recorrido no solo repasamos lo que representó para cada uno este gesto de estilo y carácter y sus necesidades de cuidado sino que, además, con un guiño muy nuestro, desvelamos qué plato con bacon escogerían para celebrar el Día de la Barba y del Bacon, cada 6 de septiembre. 

Leonardo da Vinci 

El genio renacentista es recordado tanto por su legado artístico y científico como por una larga barba canosa que le otorgaba una impronta de sabio visionario. Para mantener las canas impecables, se recomienda Beardburys Color Shampoo para Barba, Bigote y Cabello, que aporta una cobertura semipermanente y un blanco brillante. 

Con nuestra imaginación en marcha, creemos que Da Vinci —inventor incansable y amante de una dieta basada en legumbres y hortalizas— disfrutaría de la Alcachofa de Tudela a la Parrilla con Papada Ibérica y Parmentier de Patata Morada de Piantao. Puede que no sea bacon, pero no se le puede ofrecer cualquier cosa a un genio. 

Ernest Hemingway 

El escritor estadounidense, conocido por su vida aventurera, lucía una barba robusta que reforzaba su imagen de hombre rudo y amante del mar. Para su cuidado, apostaría por la firma BYRD, inspirada en el surf californiano y en cosméticos naturales de alto rendimiento. 

Para acompañar su espíritu creativo, imaginaríamos a Hemingway degustando la propuesta de Javier Bonet: el plato Rolex de SDD, con yema, panceta, trufa y sauternes, digno de inspirar un libro entero. 

Sigmund Freud 

El padre del psicoanálisis lucía una barba recortada que reforzaba su autoridad intelectual. En su neceser no podría faltar la nueva Gillette Labs, diseñada para un afeitado suave y apurado incluso con barba de tres días. 

Tras el ritual de afeitado, se permitiría un clásico English Breakfast en Vips, con huevos revueltos o fritos, bacon ahumado, patatas, champiñones, tomate a la plancha, frijoles, salchicha y pan. 

Santa Claus 

Personaje de fantasía, su larga barba blanca es una de las imágenes más icónicas de la cultura contemporánea. Para cuidarla, confía en Hey Joe!, cuyos aceites y champús mantienen brillo e hidratación impecables. 

Después de la noche más exigente del año, Santa se deleitaría con la carbonara con guanciale de Bel Mondo, con un punto de curación bajo para evitar exceso de sal. Porque incluso la figura más entrañable necesita un buen festín.