Eterno burdeos

Cada temporada tiene su color fetiche, y este otoño el protagonismo se lo lleva el burdeos, un tono intenso, elegante y atemporal que regresa con fuerza para teñir moda, belleza y estilo de vida. Ni tan vibrante como el rojo ni tan oscuro como el marrón, este matiz de vino profundo es el equilibrio perfecto entre sofisticación y calidez. 

Elegante, profundo y versátil, se posiciona como la gran tendencia de la temporada, dispuesto a lucir en todo tipo de prendas y accesorios. Desde abrigos de pelo hasta vestidos de satén, pasando por botas altas, bolsos estructurados o incluso gafas de sol, es el hilo conductor de los armarios otoñales merced a su capacidad para transformar un look sencillo en una propuesta sofisticada. Es por esto que es un imprescindible que ya se deja ver en pasarelas y colecciones de las grandes firmas. 

Una de sus grandes ventajas es la facilidad con la que se combina. Con tonos neutros como el beige, el camel o el gris, aporta equilibrio y calidez, mientras que con el negro intensifica el aire sofisticado y atemporal. Para quienes buscan un contraste vibrante, el rosa empolvado o el dorado añaden frescura y luminosidad, y en su versión más arriesgada incluso dialoga con verdes botella o azules marinos para crear estilismos de gran impacto. 

Lejos de ser un color reservado únicamente para la noche, se adapta con naturalidad al día a día. Prueba con un jersey de punto y combínalo con vaqueros clásicos, unas botas de piel o un bolso de mano.