La bodega Faustino Rivera cuenta con sus visitas guiadas para los meses más fríos del año.
La familia Rivero, que este año cumple 125 años en el sector vitivinícola, está llevando a cabo una fuerte apuesta por el enoturismo en su bodega de Arnedo. Su última idea ha sido la reconversión de su antigua sala de depósitos, cambio que se ha hecho con el objetivo de reforzar el área de enoturismo, así como para la elaboración y guarda de su nueva referencia, Nostalgia.
La intervención realizada por el estudio Perspectiva Moma ha permitido crear un nuevo espacio conceptualizado como una "cámara oscura", donde luz y oscuridad juegan un papel fundamental, tanto en la conservación del vino como en la experiencia del visitante. Se ha conservado la estructura original del espacio, como tabiquerías y puertas, y se han agregado elementos que destacan, como es el caso de un imponente botellero. En el centro de la sala aparece una luminaria suspendida, compuesta por más de 80 puntos de luz, que rememora cuellos de botella y que evoca una constelación que guía al visitante a través de la sala y hacia la siguiente fase de la visita.
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