Día de las Montañas: las 4 rutas imprescindibles para conducir en España

España es un país hecho para disfrutar al volante. En cuanto te alejas de las grandes ciudades, el terreno empieza a ondularse, los valles se abren paso entre bosques centenarios y la carretera se convierte en una experiencia en sí misma. Para quienes aman conducir —ya sea por el placer de enlazar curvas o por dejarse envolver por el paisaje— las montañas españolas ofrecen algunos de los escenarios más espectaculares de Europa.  

Estas son las rutas que no deberías perderte para celebrar el Día de las Montañas, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2002, en respuesta a la creciente preocupación por la importancia de las montañas para la vida humana y la necesidad de promover la conservación de estos ecosistemas vitales.  

Picos de Europa (Asturias – León – Cantabria). 

Si hay un lugar donde la montaña se siente majestuosa, es en los Picos de Europa. Carreteras como la AS-114 o la subida a los Lagos de Covadonga regalan un recorrido inolvidable: precipicios, bosques frondosos y un sinfín de miradores donde detenerse. Es un terreno de conducción técnica, pero enormemente gratificante. 

Pirineos (Navarra – Aragón – Cataluña). 

Los Pirineos son el destino perfecto para quienes buscan lo más parecido a conducir por los Alpes sin salir de España. Puertos como el Portalet, Somport o Bonaigua ofrecen curvas amplias, asfalto impecable y paisajes que cambian con cada metro de altitud. Además, es una zona ideal para unir conducción, gastronomía y pequeños pueblos de montaña. 

Montseny (Barcelona). 

A solo un paso de Barcelona, el Montseny es un icono para motoristas y conductores. Carreteras sombreadas, curvas amplias y un entorno natural declarado Reserva de la Biosfera hacen que sea una escapada perfecta para una mañana de conducción. 

Ancares y Courel (Lugo – León). 

Estos macizos montañosos ofrecen uno de los recorridos más auténticos del norte peninsular. Naturaleza virgen, nieblas que acarician las cumbres y pueblos donde el tiempo parece haberse detenido. Es una ruta menos conocida, pero perfecta para quienes buscan desconexión total.