Oscar Wilde llega al Pavón con una de sus obras maestras: “La importancia de llamarse Ernesto”.
Estrenada originalmente en 1895, aborda los líos amorosos de dos jóvenes británicos y sus secretas dobles vidas. Solo tres meses después de presentarse, su autor vio arruinada su gloriosa trayectoria al ser acusado de indecencia por su vida privada y condenado a dos años de prisión. Una hipocresía que, de manera premonitoria, anticipa algunas de las principales vanguardias del siglo XX.
Este ácido y divertido espectáculo, es uno de los más corrosivos retratos sobre el cinismo social escrito por el dramaturgo inglés. La obra regresa a Madrid, exactamente a las tablas del Teatro Pavón (hasta el 30 de junio) tras su exitoso estreno en el Teatro Español. El montaje está dirigido por David Selvas e interpretado por Silvia Marsó, Pablo Rivero, Júlia Molins, Ferran Vilajosana, Paula Jornet, Albert Triola y Gemma Brió, adaptado con aires de musical indie.
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