La tradición manda
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La tradición manda

Porque la gastronomía madrileña vive uno de sus mejores momentos, barras, tabernas y restaurantes de todo tipo se esmeran por mejorar su imagen y su calidad. Los clásicos, sin dejar de serlo, lucen sus mejores galas llenos de novedades que les permiten seguir creciendo y cosechando piropos. Nadie es ajeno al “renovarse o morir”, pero encima ellos lo han hecho de una manera muy especial.


HORCHER El restaurante Horcher lleva sirviendo autenticidad frente a los jardines del Parque del Retiro desde el año 1943. Solo un sitio como el suyo, templo del del buen comer, puede presumir de haber atendido y escuchado las peticiones de personalidades de la talla de Sofía Loren, Víctor de la Serna, John Wayne o Salvador Dalí. Siempre fiel a escuchar a la naturaleza, su carta responde a la temporada cálida del año con los clásicos Arenques a la Crema con Kartoffelpuffer o el espectacular Gazpacho con Bogavante y huevas de salmón, al tiempo que los pescados reclaman su protagonismo en cuanto les toca. Como nada es eterno, y porque muy pronto llegarán de nuevo los meses de otoño-invierno, vete pensando celebrar ese momento con su famosa Perdiz a la Prensa y con su lomo de corzo.



GRUPO LA MAQUINA

Corría el año 1982 cuando Carlos Tejedor inauguraba La Máquina, un restaurante asturiano en la calle Sor Ángela de la Cruz. Aquellos lujos se mantienen en tiempo y forma, justo con la misma esencia y cariño que hicieran famoso a su fundador. Su adaptación a los nuevos tiempos mantiene unos pilares básicos: excelencia en la selección de las materias primas; abastecimiento directamente en origen; elaboraciones tradicionales sencillas que presentan el producto sin enmascararlo; y un excelente servicio. Calidez y vocación de servicio, pero, sobretodo, profesionalidad.



LHARDY

El icónico restaurante ubicado en pleno centro y fundado en el año 1839 por el francés Emilio Huguenin Lhardy, siempre ha sido considerado uno de los primeros y más antiguos restaurantes de Madrid. Prácticamente a la vez, ya era considerado un emblema de la distinción y el buen comer. Su nueva etapa asocia su nombre y prestigio al lado del de Pescaderías Coruñesas, renovando las promesas de gran sabor que siempre han dejado en los labios su consomé servido en el “samovar”, a modo de auto-servicio.


Sus platos de corte clásico siguen siendo un plan increíble, más aún con días como el de hoy donde las “lluvias mil” recuerdan su rol en el mes de abril. Su cocido madrileño, su solomillo Wellington con patatas a la inglesa, el Pato Canetón de las Landas asado a la naranja, su lenguado al vino blanco, su trucha escabechada... son solo algunas de las estrellas que han recibido en estas semanas a las nuevas incorporaciones como las Almejas de Carril a la sartén con Palo Cortado; e incluso una combinación entre las dos casas, con ejemplos como el Lenguado Evaristo al Champagne. Para el que llegue hasta el final, postres míticos como el Soufflé de Lhardy o la Torrija à la minute con bola de helado de vainilla.


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