Como ese éxito eurovisivo, consagrado como ganador gracias a los votos de todo tipo de público, el XC90 suena bien en todos los países. Hablar de Suecia conduce irremediablemente a esto, al famoso festival de música, a ABBA. Los suecos, un país con tradición de fiabilidad, seriedad, el país de Alfred Nóbel y sus famosos galardones, es la cuna de Volvo Cars, una compañía que, en la actualidad, aúna alma europea y grandeza y recursos chinos.
El año 2018 sirvió para que los componentes del grupo de música pop de los setenta tomaran la decisión de regresar a los escenarios para mostrar la cultura sueca a los jóvenes. Lo mismo, sólo que sin haberse ido nunca, es lo que propone Volvo con su XC90: mostrar cultura de motor, destilando estilo y transmitiendo mucha seguridad.
El vehículo no canta, pero sus líneas son una melodía precisa. Poderoso y elegante, el coche es de aspecto potente con una parrilla vertical y una sólida línea de hombros que transmiten confianza. En la parte trasera, sus luces enmarcan su forma. Un perfil inconfundiblemente escandinavo con sus avanzados faros LED y su característica forma de T.
La artesanía sueca se siente mejor dentro, con líneas puras que aportan sensaciones de tranquilidad para conducir relajado. Detalles de diseño limpio y despejado -como las inserciones de madera Flame Birch y la palanca de cambios en cristal Orrefors del T8 Twin Engine- que suman belleza y no restan practicidad al día a día.
Cinco o siete pasajeros con sus respectivos objetos, todo el espacio es aprovechable si se abaten o, incluso, levantan los asientos. Y el conductor lo hace todo con un botón. Así de simple. La función de masaje y ventilación, o el hecho de que la segunda y la tercera fila estén más altas para ganar en visión o perspectiva, se llama lujo y confort de primera clase. Tomen asiento: la función está a punto de empezar.
Si el coche suena bien, no es sólo por sus motores y mucho menos por Eurovisión. La tecnología del XC90 se ha diseñado para facilitar la vida y Bowers & Wilkins y Harman Kardon colaboran en esta empresa. El primero con diecinueve altavoces -el tope de gama-, ofrece claridad y un realismo abismal con un exclusivo subwoofer que aspira aire del exterior del vehículo para producir graves más potentes y profundos; el segundo tiene catorce, controlables y ajustables individualmente para que todos escuchen el mejor sonido posible.
La potencia la acreditan sus modernos motores de gasolina y diésel. Rendimiento bajo motores compactos y ligeros que mejoran la agilidad, mientras que la tecnología de baja fricción ayuda a compensar la potencia con una eficiencia excepcional. El motor T6 es el más alto de la gama -incorpora un supercompresor, que refuerza la respuesta a bajas revoluciones-, a pesar de la fuerza del T8 Twin Engine, equipado con un motor híbrido enchufable. Cero emisiones aguardan en su modo Pure, perfecto para los trayectos habituales.
La conducción es silenciosa, sin vibraciones, algo a lo que sin duda ayuda una construcción con materiales ligeros que reducen pesos y tiempos de respuesta. Si algo pudiera suceder, el acero al boro ultrarresistente –uno de los tipos de acero más resistentes que existen– forma una rígida celda de seguridad alrededor de los que van dentro. El coche vigila y el sistema City Safety protege también a los de fuera, de día o de noche, llegando incluso a frenar automáticamente si detecta un riesgo inevitable. También está alerta ante uno de los tipos de accidentes más frecuentes, como es la salida de la calzada, reduciendo las posibilidades de que ocurra o mitigando los daños ante caídas bruscas del coche, disipando las probabilidades de sufrir lesiones graves. Y es que el Volvo XC90 es una apuesta segura
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