A pesar de haber finalizado las vacaciones de Navidad, ¿qué mejor manera de volver a la rutina total que hacerlo totalmente renovado y conociendo el encanto de España? Porque en nuestro territorio podemos encontrar destinos para todo tipo de viajero, desde propuestas que te harán sumergirte en la historia, hasta lugares cálidos que son perfectos para desconectar especialmente cuando no están masificados, tenemos tres destinos pensados para ti. ¿Nos acompañas en el viaje?
POZA DE LA SAL
Este rincón de la Bureba burgalesa, perteneciente a la tierra del naturalista español por excelencia, Félix Rodríguez de la Fuente, es un templo de la naturaleza salvaje. Con sus desfiladeros, montañas y rutas de senderismo únicas, es además la última incorporación a la lista de pueblos imprescindibles para hacer una escapada en este 2025. Los motivos de que forme parte de esta lista van desde su casco histórico medieval con castillo y murallas incluidas, a las salinas que siglos atrás la convirtieron en la principal productora de sal de la Península. Anota sus dos grandes citas: la Ruta de los Almendros en flor y el Festival Nacional de Charangas.
TORREVIEJA
Situada en la costa sur de Alicante, es conocida por sus playas de arena dorada y su vibrante ambiente veraniego. Sin embargo, fuera de temporada, la ciudad ofrece una cara diferente, menos concurrida, pero igualmente interesante. El Parque Natural de las Lagunas de La Mata y Torrevieja es un área protegida que abarca la impresionante Laguna Rosa, la más grande de Europa, un paraíso para los amantes de la naturaleza y la fotografía. Cuenta con varios museos que destacan por su relación con el mar y la historia local como El Museo del Mar y de la Sal. Otro lugar de interés es el Submarino S-61 Delfín, un antiguo vehículo de la Armada Española que ahora es un museo flotante abierto al público.
TERUEL
Esta provincia de Aragón, además de ser famosa por su clásica arquitectura mudéjar, jugó un papel destacado en la Guerra Civil Española, con un total de 17 lugares de interés relacionados con la contienda con búnkeres, líneas de trincheras, nidos de ametralladoras y refugios. Marcada por una de las batallas más cruentas y decisivas del conflicto, la región permite que los visitantes de hoy sigan los pasos de los soldados que lucharon en estas tierras en los gélidos inviernos de 1937 y 1938. Con el paso de los años este espacio ha sido recuperado y transformado en un recorrido histórico-cultural, conocido como “Atrinchérate”, combinando el turismo con la memoria y la historia. https://www.sienteteruel.es/ javier.monge@rvedipress.com
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