top of page

Lorenzo Castillo: el alma del diseño interior atemporal

  • Foto del escritor: AVENUE ILLUSTRATED
    AVENUE ILLUSTRATED
  • 15 ene
  • 10 Min. de lectura

LORENZO CASTILLO - INTERIORISTA
LORENZO CASTILLO - INTERIORISTA

EL UNIVERSO CREATIVO DEL INTERIORISTA LORENZO CASTILLO MARCA UN ESTILO Y UNA TENDENCIA UNIVERSAL BASADA EN UNAS REGLAS CLÁSICAS, CULTAS Y ELEGANTES, IMBUIDAS DE EVOLUCIÓN. UNA TRAYECTORIA QUE LE HA DISTINGUIDO COMO UNO DE LOS DISEÑADORES DE INTERIORES Y LA DECORACIÓN MÁS RECONOCIDOS DEL SECTOR Y MÁS PRESTIGIOSOS A NIVEL INTERNACIONAL. 


LA ELEGANCIA ATEMPORAL DE SU TRABAJO Y SU ADAPTACIÓN A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS HAN LOGRADO UN TÁNDEM DE PERFECCIÓN QUE HA CONSOLIDADO UNA GRAN CARRERA PROFESIONAL. LOS ESPACIOS VIVIDOS QUE EMANAN CONFORT AL TIEMPO QUE RECREAN BELLEZA Y SOFISTICACIÓN COMPONEN UN PORFOLIO DE MARCA DE ESTA FIGURA CUYO TRABAJO HA PROTAGONIZADO UNA PORTADA DE LA CONOCIDA COMO “BIBLIA DEL INTERIORISMO”, “THE WORLD OF INTERIORS”, LA REVISTA PREMIUM MÁS INFLUYENTE DEL RAMO.  


¿Qué identifica el sello Lorenzo Castillo? ¿Podría definirlo con tres adjetivos? ¿En qué se basa su filosofía?

El estilo Lorenzo Castillo es un sello reconocible que nos ha abierto las puertas tanto del mercado nacional como del internacional. Es una firma con carácter definida por un clasicismo contemporáneo renovado, refrescado y puesto al día, cuya filosofía se trabaja desde la intelectualidad y la cultura. Damos una gran importancia al mundo del arte y de las artes decorativas, pilares desde los que desarrollamos nuestros proyectos.


¿De dónde nace su pasión por la decoración y el interiorismo en general?

Nace de mi propio background. Estudié historia del arte y más tarde hice la carrera de anticuario. Empecé en el comercio de antigüedades muy joven y abrí mi propia galería, que tuvo un gran éxito en Madrid en esa época. Viajé por toda Europa estudiando su historia del arte y recorrí el mundo y sus grandes museos. De esa manera me formé y ayudé a “entrenar mi ojo”. El mundo del anticuario está siempre relacionado con el mundo de las artes decorativas.  El arte y la decoración son parte de un mismo mundo, por lo que pasé de las antigüedades a la decoración de una manera muy natural.


¿Cómo clasifica los conceptos (pintura, telas, mobiliario…) a la hora de poner un proyecto en marcha? ¿Qué papel juega la iluminación?

El mundo textil y el mobiliario son dos conceptos clave en nuestros proyectos. Pero a pesar de ser pilares básicos en la fase de decoración, lo que verdaderamente pone en marcha un proyecto de nuestro estudio es el interiorismo. Es la fase más importante ya que en la misma se definen los materiales, los colores, los acabados, los diseños de los suelos, de los techos, de las paredes…, en definitiva, el diseño del contenido, esa “caja” donde va a ir todo ese mobiliario, telas, etc. Ahora bien, las dos tienen gran importancia, y una sin la otra no puede funcionar.


Respecto a la iluminación cabe destacar que es el noventa por ciento de un proyecto. Si la iluminación no va, falla todo el proyecto. Nosotros utilizamos siempre una iluminación indirecta, tremendamente cálida, casi como si se hiciese con velas. Nunca trabajamos con iluminación plana o blanca, al contrario, buscamos un punto de dramatismo tal y como hacía Kubrick en sus películas.


¿Qué es lo más importante en el diseño de interiores? ¿Cuál es la regla número uno de un interiorista?

Ponerse al servicio de tu cliente y hacer un traje a medida. Es similar a lo que hace un diseñador de alta costura. La casa no es un alarde del decorador, de sus virtudes, sino que tiene que ser un fiel reflejo del modo de vida del cliente. Ahí reside el verdadero éxito de un proyecto. Cada cliente es diferente, por esta razón todos los diseños y, por tanto, todos los proyectos, son tan distintos entre sí. Por lo que, lo más importante en el diseño de interiores es la coherencia. Es decir, que una casa represente el estilo de vida de la persona que la va a vivir.


Háblenos de su trabajo en Barceló Aguamarina. ¿Qué enfoque le ha dado a este trabajo?

Un enfoque moderno y mediterráneo. Es un proyecto con unos rasgos muy definidos y un propósito claro: representar el mundo mediterráneo, el mundo mallorquín y la sencillez de sus formas. Este trabajo ha tenido un punto más contemporáneo y moderno de lo que yo suelo hacer, pero no porque sea más moderno que mi estilo, sino porque está adaptado a la isla de Mallorca y a su entorno. Por eso y porque, además, el cien por cien de la decoración giraba en torno al diseño de las lenguas mallorquinas de “Teixits Vicens”, un textil artesanal típico de la isla que tenía que ser parte fundamental del diseño y con las que tuvimos que jugar y mezclar estampados muy diferentes entre sí.


No es su primer proyecto en Palma de Mallorca. ¿Qué importancia adquiere el entorno? ¿Qué le sugiere la isla?

La isla de Mallorca la conozco muy bien, he pasado muchos años de veraneo en casa de mi amigo Manolo March. En realidad, conozco muy bien todas las islas. En Menorca está mi casa de verano y en Ibiza pasé muchísimos veranos de joven. Son islas con personalidades muy distintas. Mallorca es la más aristocrática y culta, tiene un carácter propio muy definido gracias al eje de comunicación que formó entre la corona de Aragón, Cataluña, Valencia e Italia. Este prestigio cultural se ha venido manifestando en la isla en diferentes artes como la pintura, con su escuela de principios del siglo veinte que destacó por su colorido y pintores como Anglada, Camarasa o Eliseo Meifrén. Eran influencias mediterráneas que llegaban desde Oriente y pasaban por Italia, que se han visto reflejadas en la arquitectura y el interiorismo, como es el caso de los palacios nobiliarios con ascendiente en la arquitectura italiana barroca en la que predominan los interiores tapizados con telas o terciopelos de seda y los majestuosos muebles trabajados en ébano o palo santo. Todo ese barroquismo del siglo XVII diferencia mucho a Mallorca del resto de las islas del mediterráneo y, por supuesto, del resto de las Islas Baleares.


La artesanía tradicional, en este caso de telas, ha sido pilar importante en esta realización ¿Cómo ha logrado esta integración?

Hemos tenido que jugar con las lenguas mallorquinas. Ha sido un reto, no por los estampados que son maravillosos, sino porque al ser telas artesanales jugábamos con los metros que había en stock en el taller de Teixist Vicens. Esto supone jugar con un número determinado de telas y de cada uno de los estampados. Es decir, tuvimos que trabajar con cada uno de esos metrajes y estampados y hacer un traje a medida a cada pieza: cortinas, cabeceros, mesitas, sillas. Al tratarse de telas artesanales los timings también cambian, ya que realizar una tela por encargo requiere muchísimo tiempo. Esto complicó mucho más el diseño de las suites. 


Sobre la combinación de tejidos, creo que la mezcla de estampados funciona muy bien porque son telas geométricas, con unos colores muy frescos y donde se mezclan verdes, azules y amarillos, es decir, colores cálidos y fríos, y todos ellos combinan bien.


Su creatividad llega, en esta ocasión, a todo el conjunto del proyecto. ¿Qué ha sido más difícil en esta ejecución?

La dificultad del proyecto era simplemente técnica. Las suites del hotel partían ya de un diseño en el sentido del interiorismo, es decir, eran habitaciones blancas, con un interiorismo muy sencillo de paredes pintadas de blanco. Ha sido un proyecto complicado en términos técnicos pero muy gratificante ya que hemos trabajado con la artesanía que todavía mantiene viva a la cultura de la isla.


¿Qué destacaría de cada ambiente creado? ¿Cuál ha sido la investigación previa a la hora de realizar el trabajo?

Estoy muy acostumbrado a trabajar en Mallorca, por lo tanto, ya tenía esa información y esa experiencia. Por ejemplo, hay que trabajar con una luz muy fuerte. En este sentido tuvimos que jugar con los colores cálidos y fríos a la hora de combinar las tonalidades y los estampados. Cada ambiente se diferencia en torno al uso del color, es decir, en unos ambientes se mezclan más los verdes y los azules, y en otros entran las manchas como pinceladas de color amarillo, lo que hace que cada suite tenga su propia personalidad. Se asemeja al proceso de un artista cuando pinta un cuadro. 


¿Qué no puede faltar en una estancia, en este caso hotelera, decorada por usted?

En un proyecto mío no puede faltar algo de arte o de artesanía. En Barceló Aguamarina, aparte de jugar con la artesanía de las propias lenguas mallorquinas, hemos jugado con piezas antiguas como cuadros, grabados o cerámicas de manises del siglo XIX y principios del siglo XX que hemos colocado sobre unas ménsulas diseñadas por mí y que hemos pintado de azul. Por lo tanto, nunca puede faltar un guiño al pasado, a la artesanía o al mundo de las antigüedades o de la alta decoración.


LORENZO CASTILLO - INTERIORISTA


El clasicismo en sus piezas forma parte de su visión creativa a lo largo de su trayectoria. ¿Cómo adapta esta estética al momento actual?

El clasicismo, como su propio nombre indica, es un estilo atemporal, aunque las raíces son clásicas. El mío es un clasicismo moderno, renovado, que adapto a través de los avances tecnológicos al mundo contemporáneo más actual. Es fácil adaptarlo ya que, aunque en términos de diseño, las raíces son clásicas, su lenguaje, su manera de mezclar, o inclusive la comodidad de los proyectos hacen que sea un estilo de gran modernidad. Siempre va a haber una adaptación de ese clasicismo al tiempo que nos toca vivir.


¿Cuál cree que es el valor añadido que aporta a sus clientes?

Una base intelectual y cultural es lo que diferencia a mis proyectos respecto a los de mis colegas. Mi formación en el mundo del arte tiene que representarse también en lo que ofrezco a mis clientes, por eso es tan importante para mí que cada uno de mis proyectos contenga una gran presencia de libros, arte y muebles antiguos.


Dentro de sus proyectos encontramos tanto hoteles como restaurantes, entre otras categorías. ¿Podría nombrar el proyecto al que más cariño guarda?

Me gusta mucho el mundo hotelero. Me gustan los hoteles boutique en los que te sientes como en casa. En los restaurantes, que no dejan de ser lugares públicos, utilizo mi sello, es decir, utilizo el mismo mimo que para los proyectos de casas particulares. En cuanto al proyecto que me ha hecho más ilusión, creo que ha sido el de mi propia casa de Madrid porque fue lo que supuso mi entrada en el A -list americano de Architectural Digest hace quince años. Es el proyecto al que tengo más cariño. Es el que ha tenido más éxitos, ya que es el que más veces ha sido nombrado como uno de los interiores más bellos del mundo, en concreto, mi dormitorio hace diez años. A mi casa le debo el reconocimiento de mi carrera a nivel internacional.


¿Qué evolución ha tenido su trabajo a lo largo de los años? ¿Veremos a otro Lorenzo Castillo en el futuro?

El arte, las artes decorativas y la impronta intelectual es mi sello. Esto se va a mantener siempre en cada trabajo pero, por supuesto, hay una evolución porque tú evolucionas como persona y porque comienzas a experimentar con cosas nuevas. A mí no me gusta nada repetirme, no me gusta hacer las cosas dos veces igual. De la misma forma que en un hotel nunca repito una habitación, en una casa nunca hago nada similar a otra. Me aburriría muchísimo hacer lo mismo que hace un año o que hace tres meses, por lo que mi estilo está siempre en continua evolución. Soy muy inquieto, muy intuitivo, curioso y voy aprendiendo de todo lo que veo a mi alrededor. 


Me encanta experimentar con lo que no he hecho hasta el momento, por lo que, las gamas de colores, los estampados, los estilos y la manera de mezclarlos invariablemente van a ser distintos. Siempre digo que una casa tendría mil maneras distintas de ser decorada por un decorador. Yo podría repetir un proyecto una y otra vez y todos serían válidos y hermosos. Lo que pasa es que siempre pienso en el amor a primera vista. Ese primer pensamiento que tengo al ver un proyecto es por el que me guio. Suelo ser fiel a mi primera intuición.


LORENZO CASTILLO - INTERIORISTA


¿Tiene algún proyecto por realizar como asignatura pendiente?

Lo único que me quedaría por hacer sería trabajar en el mundo del cine o de la ópera haciendo decoraciones como, por ejemplo, hacía Visconti o Kubrick. Algo que nos interesa muchísimo es poder trabajar en el mundo del cine de época o incluso de la televisión con algún proyecto sobre decoración. 


¿Cuáles son los principales desafíos que afrontan los diseñadores de interiores en la actualidad, especialmente en un mundo en constante cambio y evolución? 

Mantener viva la creatividad en cada proyecto y que cada trabajo respire el sello del estudio. La decoración que se hace en España es una decoración neutra. En cambio, la nuestra es una decoración muy rica, muy trabajada, muy pensada, donde todo se hace a medida, donde no hay nada que se compre manufacturado o hecho, sino que diseñamos desde las telas, las alfombras, los tiradores de las puertas, los apliques de iluminación, todo está hecho a medida para cada proyecto. No repetimos nada de una casa a otra, por lo que son proyectos tremendamente complejos y con muchísimo trabajo por detrás. Hemos querido hacer lo mismo que hacían los antiguos estudios de decoración, los antiguos talleres de alta costura. Hacemos alta decoración y trabajamos de un modo muy personalizado, mano a mano con el cliente. Es un traje a medida, es alta costura y nunca vamos a dejar esa línea de trabajo. Nuestro estilo es atemporal, nos adaptamos a los cambios, es un reto que nos gusta.


¿Cómo ha evolucionado el papel del diseñador de interiores en los últimos años, con la incorporación y el avance de la tecnología?

Los avances tecnológicos tienen que adaptarse al mundo de la decoración, por supuesto. En nuestro estudio hacemos uso de los avances a la hora de presentar los proyectos en los que ya utilizamos los sistemas más nuevos (cuando se realizan los renders, la creación de imágenes en 3D o la utilización de imágenes de vistas aéreas). Es verdad que en el resto del estudio mantenemos nuestro trabajo de manera artesanal porque no me gusta perder de vista ese sentido más ancestral.


¿Qué tendencias dentro de este sector están en auge en la actualidad?

La alta decoración es lo que está en auge, no solo en España, que está empezando, sino que es una tendencia que viene de Estados Unidos y que ya lleva muchos años instalada en el mundo anglosajón, cuna del mundo de la alta decoración. Se trata de volver a la riqueza de interiores mucho más sofisticados, con mucha más información. Es una tendencia internacional muy trabajada, mucho más rica y es sobre la que trabajamos nosotros.


LORENZO CASTILLO - INTERIORISTA

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page