EL TIEMPO PASA. LA AVENTURA, Y DE ESO TRATA LA VIDA, NO DEBERÍA. LA CAPACIDAD DE ILUSIONAR(SE) SIGUE SIENDO LA MEJOR RECETA Y LA CAPACIDAD Y SORPRESA QUE ABRAZAN A LA INNOVACIÓN SON EL MEJOR SÍMBOLO DEL PROGRESO. DE QUE TODO AVANZA HACIA DELANTE, EN POCAS PALABRAS. EN EL AMOR, Y EN LA CARRETERA, TODO ES CUESTIÓN DE SABER CONDUCIR BIEN TUS DESEOS.
Jeep es una de esas palabras en las que confiar. Otra de tus parejas, siempre a tu lado. Una palabra corta y fuerte, fiel a su pasado, pero sin miedo a otro presente. De este modo cruzaba límites y exploraba terrenos que poco frecuentaba y donde apenas se dejaba ver. Tocaba encontrarse de nuevo, redescubrirse y ver lo que podía aportar a los nuevos tiempos verdes y azules con los que las ciudades tratan de amanecer. Así empiezan las parejas.
Lo primero, unos zapatos nuevos. Los elegidos no podían ser otros que unas icónicas llantas de aleación de 45cm (18“) que ofrecen el “toque” que completa un look robusto. Un cierre de mucho nivel para todo el músculo presente en la carrocería, pleno de fotografías icónicas desde la inimitable parrilla de siete ranuras hasta el techo negro en contraste. La electricidad prende la mecha y los faros LED delanteros y traseros hacen que el Avenger sea distinguible (y distinguido) allá por donde vaya.
¿Listo? Mejor que un café, a conducir. Así vuela el estrés en los apenas tres minutos de tiempo que dedicabas a preparar tu bebida favorita. Y es que todo ha cambiado mucho: esos ciento ochenta segundos son ahora la porción de día que te van a garantizar 30 km de autonomía con una carga rápida de 100 kW CC. Es la libertad incondicional.
