El verano se juega (los mejores juegos de mesa para vacaciones)

Estrategias simples, partidas rápidas, momentos espontáneos y diversión asegurada: los juegos de mesa son imprescindibles en cualquier mochila y para cualquier grupo. Durante el verano, cuando el reloj pierde protagonismo y el móvil queda olvidado en la toalla, damos paso a lo importante: descansar, reír y compartir momentos sencillos con gente cercana. En este contexto, los juegos de mesa son una opción perfecta.  

Risas, despistes, pequeñas venganzas, silencios de pura concentración y piques absurdos… después de la comida, tras un chapuzón o durante una noche sin prisas, sacar un juego puede cambiar por completo el ambiente. Da igual si es con amigos de toda la vida, primos o pareja: jugar rompe el hielo, acorta distancias y une a todos por igual. 

Los juegos clásicos, esos que han pasado de generación en generación, se resisten al paso del tiempo, y por ello Casa Vitamina cuenta con una propuesta variada. Desde ajedrez hasta tres en raya, pasando por dominó o mikado, todos comparten lo mismo: reglas sencillas, partidas que invitan a la risa o a la concentración, y, sobre todo, esa conexión humana que se fortalece turno a turno. 

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Juegos que no fallan en vacaciones  

Código Secreto 

No necesita tablero, apenas ocupa espacio y pone a prueba tanto la mente como la intuición. Dos equipos, palabras clave y una pista: parece fácil, pero la tensión crece rápido. Aitana ha confesado que no viaja sin él. Ideal para sobremesas largas y tardes con amigos o familia.

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Trio  

Perfecto para escapadas. Solo cartas, memoria y atención. El objetivo: conseguir tres iguales antes que los demás. Tiene un modo relajado y otro con bastante malicia. Rápido, competitivo y fresco, ideal tras un día de playa.

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Fantasma Blitz  

Visual y rápido, gana quien atrapa primero el objeto correcto. Las reglas cambian en cada turno, lo que lo convierte en un reto constante. Entretenido para todas las edades y con piezas resistentes. 

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Jungo  

Parece tranquilo… hasta que alguien se equivoca. Con mecánicas simples y partidas de 15 minutos, es perfecto para sacar entre chapuzones o antes de la cena. Pequeño y ágil, comparable con un paquete de chicles. 

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Polilla Tramposa  

Aquí hacer trampas está permitido y es la gracia del juego. Gana quien se deshaga de sus cartas sin que el “guardián” lo pille. Ingenioso, caótico y muy divertido, perfecto para grupos informales con risas aseguradas.  

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Dobble

Cada carta tiene varios símbolos, pero solo uno coincide con otra. La rapidez y la presión lo convierten en un reto visual adictivo. Su formato en lata lo hace indestructible y fácil de llevar en cualquier bolsa.

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Lama

Se explica en dos minutos y engancha durante horas. El objetivo: quedarse sin cartas antes que los demás, gestionando el riesgo de acumular llamas. Otro éxito ágil, divertido y fácil de transportar.

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