EN PALABRAS DEL FILÓSOFO, LA HUMANIDAD ES UNA PEQUEÑA PARTÍCULA QUE APUNTA SIEMPRE AL TODO. EN TÉRMINOS HISTÓRICOS, LA NECESIDAD DE TRASCENDER ES Y HA SIDO INTRÍNSECA, IRREMEDIABLEMENTE, A LA CONDICIÓN DEL HOMBRE. PROBABLEMENTE FUE ESTO LO QUE EMPUJÓ A LOS PRIMEROS NAVEGANTES A SURCAR INHÓSPITOS Y TEMIDOS OCÉANOS EN EL PRELUDIO DE LAS CIVILIZACIONES. VIVIERON ALLÍ UNA CONSTANTE LUCHA POR MANTENERSE A FLOTE Y DESCUBRÍAN NUEVOS Y EXÓTICOS MUNDOS. SE PRENDÍA LA MECHA DE UN INFINITO AFÁN POR EXPANDIRSE MÁS ALLÁ DE LO RACIONALMENTE CONOCIDO.
Las grandes conquistas encendieron leyendas, conectaron pueblos y abrieron la puerta a un sinfín de posibilidades. Mucho tiempo después, con el mismo sentimiento y ansia de triunfo, los amantes de los deportes náuticos se encuentran año tras año en lo que es ya una cita ineludible en el calendario deportivo. Embarcaciones de todo el mundo se reúnen en aguas del Real Club Náutico de Barcelona para la Regata Puig Vela Clàssica. Durante unos días, la ciudad acoge algunos de los veleros más bellos e imponentes, con nacionales como Alemania, Francia, Holanda, Inglaterra, Italia, Estados Unidos o Argentina acudiendo a buscar su hazaña a un evento que celebra este año su edición undécima.
Barcelona es uno de los pocos y privilegiados enclaves del mundo, dentro de una reducida lista que cuenta con nombres como Antigua, Newport o Cannes, que tiene la exclusividad de acoger regatas de barcos clásicos. Ciudadanos y turistas, durante la segunda semana de julio, se vuelcan con la regata, un espectáculo inigualable que se puede contemplar desde las localizaciones más emblemáticas de la ciudad como la playa de la Barceloneta, el Port olímpico o el Port Vell. El evento, enmarcado en el calendario oficial de la Real Federación Española de Vela (RFEV), ha logrado consolidarse tanto en el ámbito nacional como en el internacional y es puntuable tanto para el Campeonato de España de Barcos Clásicos y de Época como para el VIII Trofeo Mare Nostrum.
Veleros con gran historia como el Alba, el Kelpie of Falmouth o el Moonbeam III, vencedores de la edición anterior, surcan de nuevo las brillantes aguas del Mediterráneo. Uno de los principales atractivos de la competición es que todas las embarcaciones participantes conservan su estética original y, algunas de ellas, cuentan con más de cien años de historia. Muchas han sido testigos de importantes capítulos de la historia, como el Moonbeam IV, donde los príncipes Rainiero y Grace de Mónaco pasaron su luna de miel; El Manitou, que acogió al mismísimo J.F. Kennedy; o el Islander, que ostenta el récord de navegación en solitario al dar la vuelta al mundo en tres ocasiones. Verdaderas joyas de la navegación propias de un museo flotante.
Puig, empresa familiar de moda y fragancias, impulsó esta regata en el año 2008 como resultado de una decidida apuesta por la tradición náutica. Cuenta desde el principio con una gran aceptación por parte de profesionales y amantes de la náutica clásica, llegando a doblar en su segunda edición la participación y acogiendo a seiscientos regatistas. En el año 2014, con motivo del aniversario del primer centenario de la firma, quisieron dar un paso más y crearon la Puig 12mR World Championship. Después de esa singular edición especial, la regata volvía a su esencia, reafirmada como la regata de Época y Clásicos con mayor participación de cuantas se disputan en aguas españolas y como una de las más prestigiosas del mundo.
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